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Tori o portal de Miyajima, Prefectura de Hiroshima, Japón

Tori o portal de Miyajima, Prefectura de Hiroshima, Japón

Mi nombre es Andrés Rivera, y hoy quiero compartirles un capítulo especial de mi vida, una decisión que me llevó a explorar nuevas fronteras y descubrir el fascinante mundo de Japón. En este relato, les compartiré cómo una chispa de curiosidad se convirtió en un proyecto de vida que ahora me trae aquí, frente a ustedes, como parte del equipo fundador de MCL Japan para que juntos expandamos y exploremos nuevas fronteras culturales en este fascinante país.

Todo comenzó con un sueño, un anhelo profundo que atesoraba en lo profundo de mi corazón. En mi caso, era la idea de transgredir la rutina y sumergirse en una experiencia ajena en territorios recónditos, ajenos a la zona de confort. Este sueño, que alimentaba mi imaginación desde la infancia, se volvió un combustible para pintar de ilusión mis días y soñar con lo inimaginable: vivir y estudiar en el extranjero.

Años después, esa chispa transmutó en una llama incandescente cuando todas las piezas del rompecabezas encajaron en un momento crucial de mi vida. Mi tesis de pregrado, las experiencias compartidas con Sebastián Torres, mi amigo de toda la vida y miembro fundador de MCL Japan (quien ya residía en Japón para ese entonces), mi experiencia profesional, junto con la incesante influencia cultural que nos llega desde Japón como un país primermundista, se unieron para formar un proyecto único: especializar mis estudios y carrera en el país del Sol Naciente.

No voy a detenerme en los detalles de mi proceso personal; eso es materia para otro blog. Quiero centrarme en cómo, con una visión clara y el apoyo adecuado del equipo MCL Japan, los sueños pueden convertirse en realidad. Sabía que necesitaba un plan sólido, así que, con mis antecedentes académicos en Colombia, orienté mi búsqueda para encontrar el campo de estudio que quería cursar. Este proceso me llevó a descubrir un abanico de opciones en instituciones universitarias que ofrecían programas alineados con mis intereses y mi perfil en Japón.

Asesorado constantemente por Sebastián, quien ya había pavimentado el camino para esta fascinante experiencia, me embarqué en la aplicación a diversas universidades y opciones de financiación. Sin embargo, como es de esperar en toda historia, las opciones que para mí se veían realizables empezaron a nublarse, después de preparar documentos, invertir tiempo y dinero en la aplicación, un - “lo sentimos en esta ocasión no has sido seleccionado en el proceso” - se plantó en la mitad del camino hacía mis sueños. 

No voy a negarlo, quise tirar la toalla y continuar con lo construído en Colombia, pero motivado por mi familia, amigos y socios de MCL Japan (mención especial a Julio David), decidí darle una nueva oportunidad a mi sueño. Es así que entregando mi proceso al creador y con un arduo trabajo del equipo MCL Japan, iniciamos una estrategia diferente, centrándonos en las aplicaciones donde mis habilidades pudieran jugar un papel determinante en los procesos de admisión. 

Este perseverante proyecto derivó en una respuesta gratificante que hoy en día recuerdo vívidamente: era un día soleado de abril, a mi correo personal llegó una misiva con remitente en japonés. Mi pulso se aceleró y manipular el ordenador se tornó en una labor hercúlea, el latido de mi corazón retumbaba vigorosamente y al fijarme en el mensaje, Finalmente! vislumbre la carta de admisión de una de las mejores universidades privadas de Japón que rezaba lo siguiente: 

“Felicitaciones has sido admitido al programa de maestría.”

Esa fue la confirmación de que mi aventura estaba a punto de comenzar.

Sin tiempo que perder, junto con MCL Japan organizamos cada detalle: estadía, viaje, financiación, trámites legales en Colombia, aprendizaje del idioma japonés y una lista interminable de tareas que conforman el proceso migratorio. Sí, migrar es un proceso extenso, pero la emoción de dar un giro completo a tu vida te mantiene al volante con el pedal a fondo.

Finalmente, dentro de esta historia, quiero exaltar el rol que mi 仲間 o mi amigo de confianza Sebastián Torres representó, el me oriento al llegar por primera vez a este imponente país. Gracias a su apoyo no solo aprendí a entender las generalidades del asombrosos idioma japonés, él también me explico las dinámicas básicas del transporte, me orientó para adquirir mi primera línea telefónica junto con un plan de datos ajustado a mis necesidades, me apoyó para realizar trámites legales como mi registro en el ayuntamiento y obtener mi seguro médico junto con mi tarjeta de identificación personal my number card. 

誠にありがとうございます Sebastián.

A ti, amante de la cultura Nipona, te escribo desde mi ordenador al frente de una de mis vistas favoritas, el cruce de Shibuya tomando un expreso y proyectando mi siguiente paso en el descubrimiento de este lado del mundo. Toma el primer paso con MCL Japan y emprende el viaje irreparable a este mágico país. ¡Nos vemos en el camino!

Este episodio marca el inicio de una aventura, aventura que nos ayudará a crecer buscando siempre la forma de aprender de cada instante, bienvenidos a la vida de un Colombiano en Japón.